Me fuí

miércoles, 2 de enero de 2013

Vine avisarte, a intentar, fallidamente, abrirte los ojos.
Vine a jugar con vos a ser felices.
Vine a recoger los pétalos cuando caigan de tus ojos con tristeza.
Vine porqué así lo planeanamos antes de ser, delante de él.
¿Estamos condenados o liberados?
Vine a mostrarte los caminos a esos escondites oscuros, de donde sale mucha luz, pero no a enseñarte lo que hay ahí dentro, eso lo dejo a la libre imaginación que tenes.
Vine, porqué supuse que me estabas esperando, sentada en la rama de aquel limbo, pensando sin pensar, pudiendo sin intentar, respirando lo que vendrá.
Vine a enseñarte (y aprender) lo que solo enseñan las huellas de las baldosas y las hojas secas de los árboles que mueren en otoño.
Llegué con muchas expectativas en los bolsillos, y nada más que eso.
Vine con la ayuda de la luz de tus pupilas, cuando se dilatan ante los arcoíris y se mezclan con tu reflejo.
Vine a contarte el final de mi película, para que entiendas por qué.
Crucé  haciendo una excepción, para confesarte que nunca amé. Siempre fui un niño y un incapaz, hasta que me prestaste tu corazón. ¿Y qué queda para el pasado? Historias con finales predecibles, ensayos, intentos fallidos.
Quiero que sepas, que la vida no es una, pero sí están todas en un mismo momento.
Que estamos poseídos y no hay antídoto que cure. Que mate.
Que termine con la alucinación de estar vivos, o del mismo lado o en la nada.
Vine para cantarte y desafinar tus sentidos.
A hacer que te retuerzas de miedo al no entender que hay en mi cabeza.
Antes de tomarme el último final, voy a despejarte pocas dudas para que sigas buscando lo que yo casi encuentro.
Lo que yo casi veo.
Vine temprano, recién llego y el telón se está levantando.

0 comentarios:

Publicar un comentario