Y aquí comienza el final.
Me encuentro con un sueño desteñido, un arma y un whisky. ¿Que agarrar primero para que sea un buen relato? Suponiendo que hay que seguir las reglas de esta absurda vida, el arma tendría que ser la ultima opción, pero no descartarla (suponiendo).
las agujas del reloj se ven obligadas a comenzar a caminar por toda la casa, estirar sus patas y aprender a no detenerse.
Anoche un viejo millonario se me cruzo, y me ofreció toda su fortuna a cambio de mi edad. Lo mire de reojo, pero como no tenia nada que valga la pena, seguí mi rumbo sin norte.
esa noche, si fue la primer opción el arma (casi siempre es la primera).
Es sorprendente como las lágrimas empiezan a salir solas, ni te avisan de su llegada, vienen se sientan en tu cara y se quedan un rato largo.
Hoy consultando con mi bastón, que de tanto consultarlo, ose cuantos consejos le queden por dar, le dije que lo mas conveniente era dejar de escribir, porque en cada uno de los textos, vos pasabas caminando tranquila, sin temor a las barreras, entonces decidí no escribir porque de esa forma no te iba a ver mas, que en definitiva es la única opción que tengo. Pero Él me dijo que no toque nada, que lo mejor que podía hacer es seguir con esto, que acá empezaba otra parte de mis relatos, donde empiezo a ser un verdadero autor, quizás lo mejor es que seas un personaje mas, quizás el protagonista de todo, o quien aparece por detrás de un muro y seas la bomba que acaba con todo.
Pero que tenias que estar.
No por una obligación, sino por ser lo único que hay en mi mente,
algún día va a llegar el punto final, y ahí se vera como continuar con todo esto.
Entonces comencé a manejar bajo la lluvia con mi descapotable,
protegí a mi mono,
lo escondí cuando paso el amor de su vida, la reconocí por su pelo y por las luces que marcaban sus miradas.
No era aconsejable que el la viera en ese momento,
porque yo ya no puedo responder por el (ni por mi),
él se dio cuenta de todo, yo también estaba enamorado de ella, era el único defecto de nuestra amistad, entonces enojado, me lo agradeció.
El bastón también me dijo que, en el aquí y ahora, amar a alguien para siempre, es simplemente sufrir, y sufrir queriendo.
Eso sirve para una buena historia de amor, pero no es aconsejable vivirlo.
Me preguntó… ¿ si caes en el medio del mar y comenzaras a hundirte por no querer nadar, de quien es la culpa? Tan iluso como siempre, respondí que la culpa era del mar, absolutamente.
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