El imaginario mundo del no recuerdo

jueves, 22 de noviembre de 2012



Placer:
Poner aquel disco viejo que encontraste acomodando la repisa, un disco que habías olvidado hace tiempo, hasta llegaste a pensar que nunca lo habías comprado y que ya no lo conseguirías jamás. Como te pasa a veces con eso de querer encontrarte a vos mismo, algún día también podes caer, lleno de polvo por detrás de una fila de libros, olvidado y verte tal cual fuiste siempre.
Sé que me lees escondido en tu casa del árbol, que ya no prestas tanta atención porque te da miedo robarme ideas, o quizás pansas que lo que lees también te sucedió a vos pero no se te ocurrió armar una historia con eso y te desanimas o tal vez (y de seguro así sea) te aburrió mi expresión.
No tengo estilo (o al menos no tengo un solo estilo, no me caso con nada porque yo también me aburro de las costumbres),ni talento, pero busco cosas distintas, de tantas líneas que llevo escritas en tan corto tiempo, formare una recta imaginaria y visible solo para mi, que me va a llevar a descubrir mi fantástico mundo. Un lugar con el que sueño todas las mañana cuando abro los ojos y que me deprime al ver solo lo cotidiano y no lo que estoy creando internamente (externamente/big bang) ,necesito parar de querer tirar paredes o seguiré quebrándome de a momentos.
Un lugar al que siempre pertenecí, pero aun no tuve el placer de conocer y habitar, solo voy de visita, lo admiro desde lejos, observo cada detalle (en los detalles está el demonio, dicen, y yo soy un detallista de mierda, quizás sea mi peor lado y lo que me hace sentir insatisfecho constantemente (perdón volví a putear)), voy viendo como va quedando todo armado para mi llegada. Voy arribar en un helicóptero acuático color rojo.
En ese gran mundo fantástico los hombres no tienen recuerdos, solo viven (vivimos) del presente, no hay tristezas por pérdidas (de cualquier índole) ni sonrisas por triunfos y objetivos logrados (de cualquier índole), solo hay "Hoy”, todos los días es HOY y acá no importa lo que me dijiste ayer, si hubo insultos ya no tiene sentido. El futuro nunca llega (no de la manera normal), a nadie le preocupa eso, lo cual alarga vidas, de tanto disfrute, esa realidad se vuelve una delicia, no hay miedos por no llegar al mañana armado y hecho. Se vive lo que se sueña, o solo se sueña, no hay mucha diferencia. Los sentimientos del amor cuando recién están brotando son todos los días los mismos, un éxtasis continuo. Sonrisas o dolor. Cada uno elige a que bando a pertenecer. No hay reglas y las cosas no son cosas, las sorpresas se extinguirán. Solo se trata de vivir, sin preocuparse porque mañana no alumbre el rayo del sol o por si no va alcanzar para la última cena.
Todos vivimos en playas no tan paradisiacas, rodeadas de pasto, árboles y arena fresca, caminaremos descalzos y viviremos en una sensación de vuelo constante. ¿Flores? Hay con constancia. Los cines mostraran las mismas películas y yo seguiré escuchando al mismo tipo de barba gruesa y seguiré armando diálogos inexistentes, creando historias que solo yo admiro.
Habrá trajes invisibles en alquiler, para cuando quiera estar solo, y que nadie me encuentre aunque destruyan el cielo y hagan hoyos en la tierra.
Las noches serán grises y frescas, todas las tarde lloverá un rato para que el agua me siga sorprendiendo y motivando a escribir (de eso vivo, de fantasías constantes y perpetúas) y entenderé el verdadero porque del agua cayendo desde el cielo.
Todo esto aun es un gran sueño en construcción, solo espero que no sea eterna.
Este es el fantástico e imaginario mundo donde viajare cuando mi cerebro se quede dormido...

Louis Vuitton



Si caes en la cuenta que no soy el mejor postor, dejare mi lugar al instante, no apostare mas, pero seguiré jugando con fuego (solo de esa forma aprendo).
Cuando paso días sin escupir una hoja, mi cuerpo comienza a temblar y mis manos se acalambran dolorosamente.
No logro comprender cual es mi motor y hoy no puedo completar ni siquiera un mísero renglón.
Hace poco crucé una nueva persiana (una mas), donde la gravedad existía de a ratos, los espejos te mostraban de una forma diferente, de hecho cada vez que quería mirarme en uno, mi propio reflejo me expulsaba y mis pies aullaban bajo la luz de aquella pista de aterrizaje instalada en el techo.
Había imágenes de personas que iban, venían y cuando me detenía en cada una de ellas, se dispersaban sin dejar mostrar lo que realmente querían que viera, solo me daban un par de segundos para que las decodifique.
El humo de mis cigarros montaba distintas escenas y formas antes vistas.
Mis manos tenían la sensación de que mi rostro era de goma y podía estirarse y lo moldeaban de distintas maneras. En ese proceso, mi boca estuvo en mi frente y luego en un costado hasta quedar estática en el lugar de costumbre (creo), mis ojos solo veían estando cerrados y mi mente pensaba solo cosas buenas (salvo por un instante que pareció eterno) ,logrando entender que los humanos puede llegar a ser muy amables cuando corren todos para el mismo lado, sin importar las velocidades individuales, sin importar las cualidades de cada uno, olvidando en aquel sótano realista, que existe un estilo de sociedad absorbente que no permite la buena interacción .
No hay que desmerecer a la muerte que es quien nos dibuja todo el circuito, nuestros caminos y hasta en muchos casos, dibuja también soluciones. La muerte es la mejor artista.
A mi manera de ver la rueda en que estamos metidos, le sumo que hay "cosa que figuran en el lado oscuro o malo¨, en el lugar de lo que "no hay que hacer", y no porque hagan daño, sino porque ayudarían a entender mas rápido que no hay solo lo que se ve a diario, sino que detrás de las paredes, de los árboles, tras las flores y tras ese mar interminable, hay muchísimo mas por consumir, por vivir y disfrutar, me cuesta entender porque hay tanto bloqueo (y no legal),porque hay tanta mala educación.
Soy un idiota más que no la sabe y te la quiere contar.
Como aquella bruja que me leyó mi vida a través de un viejo papel, y dibujo con lápices de colores, todo lo que voy a ir descubriendo antes de saltar por completo al otro lado del Sol.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Creo en esos ojos que miran hacia fuera del camino, perdidos en eso que nos perdemos cuando miramos  otras opciones.
Creo en las flores y los gritos de alegría que se escuchan en  su silencio,
creo en los problemas que tienen  soluciones complejas, solo para no perder el ritmo,
Creo en la Naturaleza.
Creo en que lo que vemos no es nada a comparación de lo que nos queda por observar y entender,
Creo en un Dios, que nos dibujo de una manera surrealista,
Creo en la música y en todo lo que genera un buen disco.
Creo que la vida es una solo una sensación adorable, igual que la muerte.
Creo que lo más maravilloso es alucinar, de la forma que puedas.
Creo en los ojos claros en los que me enamore una vez,
Creo en mis padres y en lo mucho que los voy a extrañar cuando la naturaleza me absorba y las redes que nos atrapan sea solo un mal sueño que tuve un día soleado.
Creo en la resignación, en la derrota, en tocar el suelo con la boca, y levantarse.
Creo en las rocas de playa y en como se pierden en una ola,
creo en la escritura y en las verdades que se esconden tras buenas metáforas
creo en la parálisis,
en el tiempo perdido, el ganado, en la lucha constante y su descanso.
Creo en la Libertad, y en lo mucho que cuesta obtenerla.
Vuelvo a creer en la Naturaleza,
en el humano, no en lo que se ve de el sino lo que realmente es (o podría ser).
Creo en los Beatles y sobre todo en George y en su guitarra llorando por lo que vendría mas adelante…
Creo que el arte son derroches de sentimientos, y que todos podemos ser artistas mientras no quieras vivir de ella y se vuelva algo monótono y aburrido.
Creo en el caos cerebral y en que vamos y venimos vamos y venimos.
Creo en los signos, en los símbolos, en los caminos cortos que te presenta la vida, en las múltiples realidades paralelas, en el zoom que podes darle a lo que mas añoras, en el sonido abstracto del cielo, en los garabatos de la luz de la luna, en el punto exacto donde debo estar, en las sonrisas falsas, en las mentiras que me cuentan, en que los dibujos animados no son para niños, en la inseguridad que nos genera una lucha constante, en el miedo a partir, en como será esa ultima despedida, en el llanto que hace doler la cabeza, en la lujuria, en que el fondo del mar es lo mas tenebroso, en los silencios que el genera, en la capa roja de un superhéroe, en las películas y en lo que me cuentan arriba de un escenario.
Creo en las debilidades, en los defectos, en las tentaciones que no vencemos, en que el mal y el bien son una palabra dividida,
creo en mis manos y que solo ellas entienden mi mente.
Creo en la parte siniestra del amor, que es cuando mas sentimos.
No creo en las religiones, en las divisiones de clases, en el color de piel, en el pasaporte hacia el nunca jamás,
No creo en los que vienen a ofrecerte paz con una sonrisa de oreja a oreja,
No creo en los eclipses porque los veo a diario, y algo que ves a diario no sirve, no creo en los funerales ni en las falsas despedidas que en ellos se muestra.
Creo en el viejo que veía sentado en una esquina mientras yo volvía en el bondi, y luego sin conocernos nos empezamos a saludar, creo en él y en lo que nunca me dijo.
Creo en los genios de las lámparas y en que voy a conseguir una, y le pediré los deseos que nunca planee pedirle.
Le pediría que me saque una foto en ese momento de felicidad por encontrarlo y que esa imagen resista la eternidad.
Creo en las recompensas de hacer un buen acto, en los finales tristes por algo que fue maravilloso y que a veces solo se recuerda el momento de mierda que te llevo a ese final,
creo en que los nobles tenían sangre azul y que eran diferentes al resto, con gente así para que rodearse, mejor que se queden encerrados en su frívolo mundo, lleno de realidades que no se pueden llevar a ningún lado.
Creo en lo que hago, pero no en lo que soy, creo en mis imágenes, en mis videos, en mi corazón y en mis ojos, creo en las lecciones que rendí,
creo en las batallas que gane cuando escucho que hay gente que ante el mismo dolor soltó la toalla.
Creo en la fe en “algo”, en la sabiduría, en los movimientos del cuerpo, en la tierra, en los rincones ocultos del universo, en lo que no vamos a explorar, en mis hijos, en el destino evitable, en el fuego, en la no justicia, en el cielo cuando llora, en los arboles pidiéndonos perdón por algo que no hicieron, pero intentando parar esta masacre.
Creo en las plegarias de rodillas, en los portazos mal dados, en el desamor, en la desilusión y la sorpresa maldita.
Creo en lo fundamental que resulta la tristeza y un corazón cansado.
Creo en que el mundo gira y las conciencias siempre dejan dormir  tranquilo a cualquiera,
creo en los cuentistas, en las fotos blanco y negro.
No creo en la historia ni en los líderes de los que te hablan, no creo que todo haya sido tan así.
Creo en que la soledad es necesaria para crecer, para ser, para fluir, florecer entre tanta mugre.
Creo en que una vez volé y me vi, definitivamente no era lo que me muestran los espejos.
Creo en mi sensibilidad y mis predicciones erróneas.
Creo en lo que voy a llegar a ser, y lo que van a ver de mí, lo que siempre oculte y oculte a mi mismo.
Creo en vos y tus textos.
Creo en los demonios externos que irrumpen en la gloria.
Siempre voy a ser impuntual, un irrespetuoso del tiempo de todos y todo, siempre voy a estar listo para amar y no ser correspondido, nunca voy a encajar y esta bien, lo entiendo, lo intentare un par de veces pero me rendiré fácil.
De todo lo que hice, me quedo con pocas cosas.
Una vez pedí ser famoso pensando que era la única forma para que no me olviden, ahora sé que con estos textos de mierda que escribo y que un puñado de gente lee, voy a quedar para cuando necesiten recordarme.
Una vez soñé con un ventilador gigante, que no me dejaba avanzar, y cuando me desperté era tan pequeño el artefacto que simplemente lo apague y recorrí todo un mundo…
creo que empiezo a creer en mi, pero solo un poco…nunca voy a ser un súper hombre, ni me gustaría serlo, para nadie, no esperen mucho, yo no lo espero…

Tan frio

domingo, 11 de noviembre de 2012

Muchas veces me cuesta comprender como hago para seguir de pie.
Este tipo de cuestionamientos me los hago cuando al viajar en un segundo a ningún lugar sentado en mi butaca, comienzo a llorar.
Me pasa seguido y es uno de los misterios que llevo en mi espalda, pero este de seguro no voy a querer resolverlo.
Quizás mi mente envía demasiada información a mi inconsciente y eso me provoca un choque de conceptos básicos que no pueden convivir, entonces los vacíos se desaniman y salen por mis ojos.
A veces me cuesta entender como camino tan rápido, sin tener a donde ir, pero queriendo llegar.
Observando caminos de cristal, subiéndome a ellos siempre con miedo a que se quiebren.
Yo soy de cristal y del mas barato.
Miedo a entenderlo todo.
Miedo a que no haya nada tras la cortina como pienso y que mi filosofía de vida haya sido un derroche de muerte mal gastada.
Miedo a no irme antes que ellos tres.
Instantes que se vuelven eternos.
Tiempo que no cura ninguna herida.
La muerte que siempre me manda señales de humo pidiéndome ayuda.
A veces no comprendo porque no puedo despertarme, la vida es lo que vos quieras y menos también, al fin y al cabo, él dice que "nada es tan así".
El bien y el mal solo son ideales, conceptos expuestos por alguien que pensó que la mejor forma de sobrevivir (que no es sinónimo de vivir, sino de “no morir”), es siguiendo una línea imaginaria (reglas) que divida todo entre esas dos palabras. Se creyó demasiado...
Ese es otro punto, ¿realmente hay que creerse demasiado para ser? ¿Para imponer? De ser esa la base, yo seguiré siendo invisible, mudo, no tendré mas manos que escriban y nadie sabrá nunca de mi existencia (hoy siguen sin saberlo). De lo que nunca llegue a ser acá, me van a quedar las ganas. Van a creer haberme visto en algún estado de ensueño.
Para la gente "cercana" (¿quien lo es?) solo van a creer haberme cruzado en un mal día.
"No va a ser tan así" no tengas miedo en defraudarme, en todo caso, ya empujaste al “Yo” que estaba agazapado, expectante asustado como un animal de presa, arrinconado, buscando el sitio oportuno para escapar a la realidad, a su realidad.
Tantas veces me vi así, disimulando, que ya perdí la cuenta de cual es la verdad.
Fue mágico, también irreal, nunca mire con los ojos, solo sentí.
A veces me olvido porque sigo estando de pie, hasta que comprendo al mirarlos, que si no estuviese parado ellos la pasarían mucho peor que yo.
Lo difícil es saber cuanta cuerda me falta por tirar.
Siempre seremos...olvidarte no tendría sentido, porqué seria olvidarme a mi mismo.

Mil suicidios y una vieja

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Una noche espeluznante.
Una noche que tendría que haber terminado mal, porqué durante todo el día mis miedos me persiguieron a todos lados, incluso liquidaron de cuatro disparos a mi sombra y ocuparon su lugar, pero, el final de esa noche no fue catastrófico, tampoco fue placentero, en realidad, no tuvo mucho sentido lo que pasó.
Fue hace unos años atrás, cuando me escape de un intento de fiesta, con mi cabeza llena de estupideces, lo primero que hice al salir de aquel lugar fue levantar la cabeza y mi mirada se clavo en la casa de dos pisos que estaba en frente.
Nose por que me impacto tanto, por lo general me distraigo muy fácilmente con pequeñas cosas o con fotografías vivas, esta era una.
En el segundo piso había una ventana con una solapa entreabierta, y muchas ramas, algunas con flores, que caían.
Me quede observando varios minutos, mientras caminaba hacia mi bicicleta, que dicho sea de pasó, estaba a unos pocos metros de distancia, pero en ese momento esa distancia desapareció, para convertirse en algo eternamente insólito.
Mientras buscaba "algo" en esa ventana a oscuras, de repente una imagen borrosa salió y me paralizó. Cuando recupere la visión y mi ritmo cardiaco volvió a la normalidad, vi con más claridad a una señora de incalculables años, pelo largo y color tiza y una bata de colores indescriptibles.
Me quede estupefacto, porqué de un cierto modo yo estaba esperando que la ventana me devuelva algo de la atención que yo le estaba prestando, qué me diera algo a cambio por mi tiempo invertido y me lo dio.
La señora me sonrió y luego dio una carcajada que en otro momento me hubiese obligado a subirme a la bicicleta e irme inmediatamente de esa oscura y angosta calle. Pero no, me quedé, tragué mi angustia, rompí el pánico y también sonreí.
La vieja comenzó a hacerme señas como invitándome a subir a su balcón y mientras yo dudaba, me lanzo una rama larga, gruesa y repleta de espinas para que trepara.
Tenia dos opciones, afrontar lo que yo buscaba, porqué yo obligue a la oscuridad a escupirme algo de motivación, correr el riesgo de no volver a ver la luz del día luego de entrar, o bien, rechazar la invitación y hacharme a pedalear hacia mi aburrido hogar...
A los pocos segundos, mis manos embarradas en sangre y espinas, estaban estrechándose con las manos ásperas de la anciana.
Me invito a pasar, en ese momento pensé en negarme, pero ya no tenía mucho sentido forzarme a no continuar.
Recuerdo que estaba muy asustado, el lugar era oscuro y sucio, había telaraña en todos los rincones, polvo en los libros, un gato que deambulaba moribundo casi sin pelos y un sofá donde la vieja se sentó clavando sus ojos en los míos, yo intente desviar la mirada, pero algo no me lo permitía. La voz de la señora, sus gritos y carcajadas me provocaban escalofríos, nunca había sentido algo así, pero lo que mas me asustaba era la oscuridad del lugar, el viento de esa noche soplaba fuerte y la única luz que había era un viejo candelabro colgante, qué con el viento se apaga y encendía a cada momento por su cuenta.
Todo ese movimiento, no me permitía ver con detalles a la señora, pero si a sus ojos albinos, que brillaban en la oscuridad y al humo de tabaco que exhalaba al hablar.
Le conté que al mirar con atención su ventana, lo que buscaba descubrir era porque mis deseos oscuros siguen creciendo.
Ella sin haberle importado mucho mi comentario, me dijo que quería explicarme sobre mis suicidios fallidos.
Me explico paso por paso mis errores, el mal nudo que hice en el primer intento, el disparo que no dio en el blanco y la sangre derramada en vano.
Me puse de pie llorando cuando me explico que este, era otro intento de escapar de la realidad absorbente en la que me encontraba, qué ella era la ultima alternativa de sacarme de todo... en ese momento estalló de risa otra vez y me provoco un grito, ganas de huir, de saltar por la ventana y desear nunca haber trepado, pero mis pies no me respondían, mi cabeza estaba estancada y mi vista perdida.
Luego sentí en mis brazos a la triste y solitaria señora llorando. Mi remera se humedeció con sus ojos blancos, destiñéndose con su rímel negro y todo el lugar quedo mas oscuro que antes y en silencio, ni la brisa del viento me acompañaba...
De un momento a otro me encontré sentado en su sofá, acariciando a su gato que instantes previo había rasguñado toda mi cara. Nuevamente me encontré solo, sin soluciones. Comencé otra vez a fijar la mirada en algún sitio, para ver que aparecía esta vez, qué me iba a ayudar a escapar, pero lo único que vi, fue un revolver a mi derecha, del cual salía humo y cuando lo toque ardía como si recién se hubiera disparado. Ahí comprendí todo, nuevamente de una forma drástica, algo que me tiene sin cuidado y acostumbrado, me seque la transpiración, pero al ver que mi mano estaba bañada en sangre, al notar eso, el agujero comenzó a causarme muchísimo dolor, él solo aparece cuando lo descubrís, si no lo vez o no lo tocas, el dolor no se hace efectivo.
Me angustie, sonreí, llore y por ultimo decidí aceptar lo que había pasado, me recosté y solo me dedique a esperar lo inevitable.
Antes de cerrar los ojos para siempre, recuerdo haberme acercado a tapar la ventana, y ahí me vi, subido a mi bicicleta, mirando atentamente la ventana, el también parecía estar esperando algo o alguien, y los dos nos asustamos cuando nuestras miradas (una) se cruzaron, le tire la cuerda con espinas y sangre, pero me agradeció y siguió el camino equivocado, seguramente fue mi aspecto terrorífico, quizás no era su momento, quizás comprendió lo que le hubiera pasado, tal vez aun no se canso de no encontrar las respuestas... o tan solo fue la simple imaginación de un joven cualquier, al ver una fotografía viva... 

No lo abras si no estas preparado


En esos momentos que te preguntas ¿Por qué el cielo es tan azul?
y ves como una mariposa colorida vuela contenta y aleteando, sin entender que antes de ser preciosa, era un triste y lento gusano.
El curso que va a tomando la vida por lo general es extraño.
Todo se trata de improvisar, a diario inventamos historias nuevas,
escenarios nuevos, depende que veas al abrir tu placard, y que escuches antes de cruzarlo.
A veces veo temores, obstáculos que me persiguen y no me dejan ver, ni respirar, es mas intentan obligarme a ser otra vez aquello que fui y odie. Como si a la mariposa le cortaran las alas, la despintaran y la condenen a ser otra vez un bicho común y corriente.
No es que me compare con ellas, pero la metamorfosis nos atiende a todos alguna vez.
El punto esta… bueno, no hay punto, no puedo explicar exactamente que es lo que quiero decir, y si me explayo mal puedo llegar a confundir, aunque nadie consuma estas insignificantes lineas.
Hay días que abro mi placard y me encuentro con un torbellino, que amenaza en salir y destruir todo, a veces a mi favor, pero solo a veces, por lo tanto no puedo abrirle la puerta y me pongo a desear que el día termine rápido, para ver que me espera en el siguiente.
Muchas veces me despierto antes que todos lo hagan, y salgo a la calle a patearla con furia, porque veo infinitas imágenes que nadie (por suerte) puede ver, la indignación podría ser muy grande, si se despiertan a la misma hora y ven lo que podría (tendría que) ser.
Por eso, nunca invito a nadie a amanecer conmigo, porqué prefiero hacerme mal a mi mismo y que nadie me acompañe en ese proceso. 
Todo esto es una lastima, escribir así es una lagrima en el ojo derecho que siempre sangra,
es una verdadera lastima no tener la cabeza puesta donde debería (¿Dónde?).
Una lastima verdadera, es aquel pibe que es un mitómano, lo sabe y no puede controlarlo; sigue inventando historias a las personas que lo rodean, solo por ser eso que siempre pensó que era y nunca fue. ¿No sentís lastima por él?
Luego está esa gente que te habla como esperas que te hablen todas las personas, esa gente que deseas y por momentos existe, pero siempre es la minoría del tiempo, 
no te encontras con lo que queres a menudo, sino con lo que necesitas (o no).
Con lo que tu mente pide a diario y no escuchas (tal vez).
¿No te preguntan acerca de la guerra que tuviste hoy?
Ni  de la guerra que te espera en la puerta, y te ven armado, camuflado entre las redes que genera tu  cuerpo, que pinta en carne propia lo que es tu cabeza, si tu boca no se mueve y se estanca a la derecha de tu ojo, es un mal indicio, pero no lo podes ver.
Y te das cuenta, entendes, que todo lo que decís, lees y escribís no le importa a nadie. 
Pero “nadie”, ese grupo selectivo te incluye a vos también, y este texto es un paso atrás, porqué otra vez te dejas guiar por una mente fría y abstracta que aparece por tu balcón, como un hada mágica que viene a concederte un deseo, ese mismo que ya despreciaste una vez, y tenes pensado cometer el mismo error todas las veces que te aparezca, es mas si podes liquidarla y quebrarle un ala, vas a conseguir lograr mas de lo que te propusiste aquella vez que conociste, viste,abrazaste,saludaste y hasta escribiste con ese amigo imaginario con el que hablas a diario.
¿Te conté alguna vez sobre el?
creo que si, aparece en cada texto dudoso en el que escribo, es la persona que siempre tiene una respuesta para esa pregunta que no genere nunca. El problema es que él sabe quien es y que esta haciendo acá, de vez en cuando me da indicios.
Aquel amigo mágico que te da todas las hojas de ruta que necesitas, para ser esto que sos (soy una tercera persona) hoy.  Es ahí cuando pedís por favor arrodillándote, que no corten la escena, al grito de “así soy feliz, no me la cortes ahora, soy feliz, déjame vivir este momento, y si podes mantenéme así por siempre”.
Ese pibe que piensa como vos, pero te da las explicaciones exactas, aquel que ya llego a convertirse en lo que para vos aun es un proceso.
Y quizás sigan mis textos arrancando fuerte, y dejarte vacío, sin moraleja y sin nada que pensar, unas líneas simples que leíste, y tan solo te dejaron dormir tranquilo (al menos por esta noche).
Y quiero terminar pero tengo tantas cosas que gritarle, que me gustaría que en este momento tire mi puerta abajo, para enfrentarla y aferrarme a mi memoria e insultarla. Pero no.
nunca llega a tiempo, su audacia es mas poderosa que estos botones, y nadie me entiende, salvo el y yo. Lo cual termina siendo un problema, siempre el mismo problema y esto, solo me trae un recuerdo… aquellas imágenes en que vi mi muerte, como la que planee aquella vez que detuve el auto, como la de ayer en el piso… como la de hoy abrazando la nada.

Un fin sin historia

martes, 6 de noviembre de 2012

Me quebré, exploté, y ya no soporto ningún ruido, no quiero más consejos que sean necesarios, quiero llenarme de palabras innecesarias, incoherentes, que en este maldito lado del universo parece ser lo importante.
Me voy a quedar sin comprender varias situaciones, sin ver más allá del horizonte.
Voy a guardarme las ganas de saber porque floto de lugar en lugar, atravesando colores claros y sin brillo.
Una vez me contaron una historia tan pero tan triste, que me hizo descubrir que mi vida es crear cuentos.
Yo soy un cuento, uno aburrido, complejo y abandonado cerca del final.
Supongo que el escritor de mi historia no era bueno y encima murió sin poder (ni querer) darle un final.
Eso significa que voy a quedar varado en medio de las páginas amarillentas y desteñidas, entre mi pasado, mi presente y el corto futuro al que llego a escribir este señor. Era predecible, ahora entiendo porque me la paso inventando finales, porqué nunca voy a tener uno.
La única solución es ; salir del cuento, tomarme los instantes permitido que tiene alguien irreal para salir de una historia, saltar al plano al cual no pertenece y volver, antes que todo colapse (aunque suena tentador que todo colapse y sentarme a ver que significa eso) y buscar la solitaria casa del escritor, limpiar cada rincón, y encontrar mi libro. Me daría cuenta cual es tan solo con ver la tapa, sin color ni titulo.
Si logro encontrarlo, me lo guardaría, caminaría para atrás, entraría otra vez en el cuento, despertaría al muchacho barbudo que lo co-protagoniza conmigo y lo echaría del mismo para que se convierta en alguien real y lo termine, otra vez contra reloj antes de la evaporación, y me de un final, no importa si es bueno o malo, pero seria un final, de seguro me sorprenderá y me aterrara, porque detesto las sorpresas.
Necesito que entiendas los dibujos que hay escondidos atrás de este texto, el nene con el cuello quebrado, el accidente en auto, la caída libre. ¿Recordás cuando te conté que toque fondo hace poco y que ya no quería encontrarle el sentido a nada, que me iba de acá, la decisión estaba tomada, y me pegaste tres cachetadas, seguida de una historia escalofriante?. Bueno acá estoy, pidiéndote que me des una historia con una moraleja que me parta la cabeza (otra vez) y me levante del suelo y permita sacarme la basura que tapa mi aire.
Estoy gritándote que me escribas un nuevo papel. Realmente me estas convenciendo de que sos una creación de mi mente, una vista de lo que me gustaría ser, o alguien a quien puse en mi vereda para que me guíe y me sostenga en cada caída.
El problema es que te di una historia, un amor y amigos más cercanos.
Cuando yo quede en cuarto plano y mi creación se aburra de mi propia mente, voy a quedar solo, sin preguntas, sin soluciones y sin final aleatorio.
 Ese será el momento de saltar de los renglones y ver desde el árbol de aquella montaña, como todo se derrumba, sin quedar nada alrededor, esperando que esa corriente arrase también conmigo.