No lo abras si no estas preparado

miércoles, 7 de noviembre de 2012

En esos momentos que te preguntas ¿Por qué el cielo es tan azul?
y ves como una mariposa colorida vuela contenta y aleteando, sin entender que antes de ser preciosa, era un triste y lento gusano.
El curso que va a tomando la vida por lo general es extraño.
Todo se trata de improvisar, a diario inventamos historias nuevas,
escenarios nuevos, depende que veas al abrir tu placard, y que escuches antes de cruzarlo.
A veces veo temores, obstáculos que me persiguen y no me dejan ver, ni respirar, es mas intentan obligarme a ser otra vez aquello que fui y odie. Como si a la mariposa le cortaran las alas, la despintaran y la condenen a ser otra vez un bicho común y corriente.
No es que me compare con ellas, pero la metamorfosis nos atiende a todos alguna vez.
El punto esta… bueno, no hay punto, no puedo explicar exactamente que es lo que quiero decir, y si me explayo mal puedo llegar a confundir, aunque nadie consuma estas insignificantes lineas.
Hay días que abro mi placard y me encuentro con un torbellino, que amenaza en salir y destruir todo, a veces a mi favor, pero solo a veces, por lo tanto no puedo abrirle la puerta y me pongo a desear que el día termine rápido, para ver que me espera en el siguiente.
Muchas veces me despierto antes que todos lo hagan, y salgo a la calle a patearla con furia, porque veo infinitas imágenes que nadie (por suerte) puede ver, la indignación podría ser muy grande, si se despiertan a la misma hora y ven lo que podría (tendría que) ser.
Por eso, nunca invito a nadie a amanecer conmigo, porqué prefiero hacerme mal a mi mismo y que nadie me acompañe en ese proceso. 
Todo esto es una lastima, escribir así es una lagrima en el ojo derecho que siempre sangra,
es una verdadera lastima no tener la cabeza puesta donde debería (¿Dónde?).
Una lastima verdadera, es aquel pibe que es un mitómano, lo sabe y no puede controlarlo; sigue inventando historias a las personas que lo rodean, solo por ser eso que siempre pensó que era y nunca fue. ¿No sentís lastima por él?
Luego está esa gente que te habla como esperas que te hablen todas las personas, esa gente que deseas y por momentos existe, pero siempre es la minoría del tiempo, 
no te encontras con lo que queres a menudo, sino con lo que necesitas (o no).
Con lo que tu mente pide a diario y no escuchas (tal vez).
¿No te preguntan acerca de la guerra que tuviste hoy?
Ni  de la guerra que te espera en la puerta, y te ven armado, camuflado entre las redes que genera tu  cuerpo, que pinta en carne propia lo que es tu cabeza, si tu boca no se mueve y se estanca a la derecha de tu ojo, es un mal indicio, pero no lo podes ver.
Y te das cuenta, entendes, que todo lo que decís, lees y escribís no le importa a nadie. 
Pero “nadie”, ese grupo selectivo te incluye a vos también, y este texto es un paso atrás, porqué otra vez te dejas guiar por una mente fría y abstracta que aparece por tu balcón, como un hada mágica que viene a concederte un deseo, ese mismo que ya despreciaste una vez, y tenes pensado cometer el mismo error todas las veces que te aparezca, es mas si podes liquidarla y quebrarle un ala, vas a conseguir lograr mas de lo que te propusiste aquella vez que conociste, viste,abrazaste,saludaste y hasta escribiste con ese amigo imaginario con el que hablas a diario.
¿Te conté alguna vez sobre el?
creo que si, aparece en cada texto dudoso en el que escribo, es la persona que siempre tiene una respuesta para esa pregunta que no genere nunca. El problema es que él sabe quien es y que esta haciendo acá, de vez en cuando me da indicios.
Aquel amigo mágico que te da todas las hojas de ruta que necesitas, para ser esto que sos (soy una tercera persona) hoy.  Es ahí cuando pedís por favor arrodillándote, que no corten la escena, al grito de “así soy feliz, no me la cortes ahora, soy feliz, déjame vivir este momento, y si podes mantenéme así por siempre”.
Ese pibe que piensa como vos, pero te da las explicaciones exactas, aquel que ya llego a convertirse en lo que para vos aun es un proceso.
Y quizás sigan mis textos arrancando fuerte, y dejarte vacío, sin moraleja y sin nada que pensar, unas líneas simples que leíste, y tan solo te dejaron dormir tranquilo (al menos por esta noche).
Y quiero terminar pero tengo tantas cosas que gritarle, que me gustaría que en este momento tire mi puerta abajo, para enfrentarla y aferrarme a mi memoria e insultarla. Pero no.
nunca llega a tiempo, su audacia es mas poderosa que estos botones, y nadie me entiende, salvo el y yo. Lo cual termina siendo un problema, siempre el mismo problema y esto, solo me trae un recuerdo… aquellas imágenes en que vi mi muerte, como la que planee aquella vez que detuve el auto, como la de ayer en el piso… como la de hoy abrazando la nada.

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