lunes, 12 de noviembre de 2012

Creo en esos ojos que miran hacia fuera del camino, perdidos en eso que nos perdemos cuando miramos  otras opciones.
Creo en las flores y los gritos de alegría que se escuchan en  su silencio,
creo en los problemas que tienen  soluciones complejas, solo para no perder el ritmo,
Creo en la Naturaleza.
Creo en que lo que vemos no es nada a comparación de lo que nos queda por observar y entender,
Creo en un Dios, que nos dibujo de una manera surrealista,
Creo en la música y en todo lo que genera un buen disco.
Creo que la vida es una solo una sensación adorable, igual que la muerte.
Creo que lo más maravilloso es alucinar, de la forma que puedas.
Creo en los ojos claros en los que me enamore una vez,
Creo en mis padres y en lo mucho que los voy a extrañar cuando la naturaleza me absorba y las redes que nos atrapan sea solo un mal sueño que tuve un día soleado.
Creo en la resignación, en la derrota, en tocar el suelo con la boca, y levantarse.
Creo en las rocas de playa y en como se pierden en una ola,
creo en la escritura y en las verdades que se esconden tras buenas metáforas
creo en la parálisis,
en el tiempo perdido, el ganado, en la lucha constante y su descanso.
Creo en la Libertad, y en lo mucho que cuesta obtenerla.
Vuelvo a creer en la Naturaleza,
en el humano, no en lo que se ve de el sino lo que realmente es (o podría ser).
Creo en los Beatles y sobre todo en George y en su guitarra llorando por lo que vendría mas adelante…
Creo que el arte son derroches de sentimientos, y que todos podemos ser artistas mientras no quieras vivir de ella y se vuelva algo monótono y aburrido.
Creo en el caos cerebral y en que vamos y venimos vamos y venimos.
Creo en los signos, en los símbolos, en los caminos cortos que te presenta la vida, en las múltiples realidades paralelas, en el zoom que podes darle a lo que mas añoras, en el sonido abstracto del cielo, en los garabatos de la luz de la luna, en el punto exacto donde debo estar, en las sonrisas falsas, en las mentiras que me cuentan, en que los dibujos animados no son para niños, en la inseguridad que nos genera una lucha constante, en el miedo a partir, en como será esa ultima despedida, en el llanto que hace doler la cabeza, en la lujuria, en que el fondo del mar es lo mas tenebroso, en los silencios que el genera, en la capa roja de un superhéroe, en las películas y en lo que me cuentan arriba de un escenario.
Creo en las debilidades, en los defectos, en las tentaciones que no vencemos, en que el mal y el bien son una palabra dividida,
creo en mis manos y que solo ellas entienden mi mente.
Creo en la parte siniestra del amor, que es cuando mas sentimos.
No creo en las religiones, en las divisiones de clases, en el color de piel, en el pasaporte hacia el nunca jamás,
No creo en los que vienen a ofrecerte paz con una sonrisa de oreja a oreja,
No creo en los eclipses porque los veo a diario, y algo que ves a diario no sirve, no creo en los funerales ni en las falsas despedidas que en ellos se muestra.
Creo en el viejo que veía sentado en una esquina mientras yo volvía en el bondi, y luego sin conocernos nos empezamos a saludar, creo en él y en lo que nunca me dijo.
Creo en los genios de las lámparas y en que voy a conseguir una, y le pediré los deseos que nunca planee pedirle.
Le pediría que me saque una foto en ese momento de felicidad por encontrarlo y que esa imagen resista la eternidad.
Creo en las recompensas de hacer un buen acto, en los finales tristes por algo que fue maravilloso y que a veces solo se recuerda el momento de mierda que te llevo a ese final,
creo en que los nobles tenían sangre azul y que eran diferentes al resto, con gente así para que rodearse, mejor que se queden encerrados en su frívolo mundo, lleno de realidades que no se pueden llevar a ningún lado.
Creo en lo que hago, pero no en lo que soy, creo en mis imágenes, en mis videos, en mi corazón y en mis ojos, creo en las lecciones que rendí,
creo en las batallas que gane cuando escucho que hay gente que ante el mismo dolor soltó la toalla.
Creo en la fe en “algo”, en la sabiduría, en los movimientos del cuerpo, en la tierra, en los rincones ocultos del universo, en lo que no vamos a explorar, en mis hijos, en el destino evitable, en el fuego, en la no justicia, en el cielo cuando llora, en los arboles pidiéndonos perdón por algo que no hicieron, pero intentando parar esta masacre.
Creo en las plegarias de rodillas, en los portazos mal dados, en el desamor, en la desilusión y la sorpresa maldita.
Creo en lo fundamental que resulta la tristeza y un corazón cansado.
Creo en que el mundo gira y las conciencias siempre dejan dormir  tranquilo a cualquiera,
creo en los cuentistas, en las fotos blanco y negro.
No creo en la historia ni en los líderes de los que te hablan, no creo que todo haya sido tan así.
Creo en que la soledad es necesaria para crecer, para ser, para fluir, florecer entre tanta mugre.
Creo en que una vez volé y me vi, definitivamente no era lo que me muestran los espejos.
Creo en mi sensibilidad y mis predicciones erróneas.
Creo en lo que voy a llegar a ser, y lo que van a ver de mí, lo que siempre oculte y oculte a mi mismo.
Creo en vos y tus textos.
Creo en los demonios externos que irrumpen en la gloria.
Siempre voy a ser impuntual, un irrespetuoso del tiempo de todos y todo, siempre voy a estar listo para amar y no ser correspondido, nunca voy a encajar y esta bien, lo entiendo, lo intentare un par de veces pero me rendiré fácil.
De todo lo que hice, me quedo con pocas cosas.
Una vez pedí ser famoso pensando que era la única forma para que no me olviden, ahora sé que con estos textos de mierda que escribo y que un puñado de gente lee, voy a quedar para cuando necesiten recordarme.
Una vez soñé con un ventilador gigante, que no me dejaba avanzar, y cuando me desperté era tan pequeño el artefacto que simplemente lo apague y recorrí todo un mundo…
creo que empiezo a creer en mi, pero solo un poco…nunca voy a ser un súper hombre, ni me gustaría serlo, para nadie, no esperen mucho, yo no lo espero…

0 comentarios:

Publicar un comentario