Un fin sin historia

martes, 6 de noviembre de 2012

Me quebré, exploté, y ya no soporto ningún ruido, no quiero más consejos que sean necesarios, quiero llenarme de palabras innecesarias, incoherentes, que en este maldito lado del universo parece ser lo importante.
Me voy a quedar sin comprender varias situaciones, sin ver más allá del horizonte.
Voy a guardarme las ganas de saber porque floto de lugar en lugar, atravesando colores claros y sin brillo.
Una vez me contaron una historia tan pero tan triste, que me hizo descubrir que mi vida es crear cuentos.
Yo soy un cuento, uno aburrido, complejo y abandonado cerca del final.
Supongo que el escritor de mi historia no era bueno y encima murió sin poder (ni querer) darle un final.
Eso significa que voy a quedar varado en medio de las páginas amarillentas y desteñidas, entre mi pasado, mi presente y el corto futuro al que llego a escribir este señor. Era predecible, ahora entiendo porque me la paso inventando finales, porqué nunca voy a tener uno.
La única solución es ; salir del cuento, tomarme los instantes permitido que tiene alguien irreal para salir de una historia, saltar al plano al cual no pertenece y volver, antes que todo colapse (aunque suena tentador que todo colapse y sentarme a ver que significa eso) y buscar la solitaria casa del escritor, limpiar cada rincón, y encontrar mi libro. Me daría cuenta cual es tan solo con ver la tapa, sin color ni titulo.
Si logro encontrarlo, me lo guardaría, caminaría para atrás, entraría otra vez en el cuento, despertaría al muchacho barbudo que lo co-protagoniza conmigo y lo echaría del mismo para que se convierta en alguien real y lo termine, otra vez contra reloj antes de la evaporación, y me de un final, no importa si es bueno o malo, pero seria un final, de seguro me sorprenderá y me aterrara, porque detesto las sorpresas.
Necesito que entiendas los dibujos que hay escondidos atrás de este texto, el nene con el cuello quebrado, el accidente en auto, la caída libre. ¿Recordás cuando te conté que toque fondo hace poco y que ya no quería encontrarle el sentido a nada, que me iba de acá, la decisión estaba tomada, y me pegaste tres cachetadas, seguida de una historia escalofriante?. Bueno acá estoy, pidiéndote que me des una historia con una moraleja que me parta la cabeza (otra vez) y me levante del suelo y permita sacarme la basura que tapa mi aire.
Estoy gritándote que me escribas un nuevo papel. Realmente me estas convenciendo de que sos una creación de mi mente, una vista de lo que me gustaría ser, o alguien a quien puse en mi vereda para que me guíe y me sostenga en cada caída.
El problema es que te di una historia, un amor y amigos más cercanos.
Cuando yo quede en cuarto plano y mi creación se aburra de mi propia mente, voy a quedar solo, sin preguntas, sin soluciones y sin final aleatorio.
 Ese será el momento de saltar de los renglones y ver desde el árbol de aquella montaña, como todo se derrumba, sin quedar nada alrededor, esperando que esa corriente arrase también conmigo.

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